Coincidiendo con el 60 aniversario de la famosa planta de Düsseldorf en abril de este mismo año, Mercedes-Benz Vans está de celebración con motivo de la producción de la furgoneta número 5 millones en Düsseldorf, convirtiéndose en un momento histórico tanto para la planta de fabricación como para la firma de la estrella.
La planta de Düsseldorf cuenta con una gran historia que comenzó en la década de 1960 con la adquisición de Auto-Unión y la integración de Daimler-Benz AG. Desde entonces, se ha convertido en una fábrica clave para la marca, produciendo modelos icónicos como la Sprinter u otros como la Bremer o la Düsseldorfer.
Con más de 5.900 empleados y aprendices, 690.000 metros cuadrados dedicados a producción, pintura y montaje final de sus vehículos, y grandes tecnologías adaptadas a la producción de la próxima generación de la Mercedes-Benz eSprinter, la versión 100% eléctrica de la furgoneta, Mercedes-Benz presume de una línea de producción que es una referencia en su segmento.
Un elemento clave en la consecución del transporte sostenible
La producción de la nueva eSprinter llega a Mercedes como una solución sostenible para el transporte libre de emisiones, estableciendo nuevos estándares para el reparto urbano de última milla, ya que además, su producción planificada es más sostenible según cuenta la marca, y abrirá nuevas posibilidades de uso y nuevos mercados como en EEUU y Canadá en la segunda mitad de 2023, año en el que entrarán en producción. La fabricación de la eSpinter tendrá también lugar además de en Düsseldorf, en Charleston (Carolina del Sur) y en Ludwigsfelde.
Ya desde este año la producción de la marca en Düsseldorf es neutra en emisiones de CO2, ya que apuesta por el uso de energías renovables, de nuevos sistemas de movilidad libres de emisiones en las instalaciones de la fábrica, sistemas de transporte bajo demanda dentro de la fábrica y sin conductor, así como el uso de electricidad proveniente exclusivamente de fuentes renovables.
Todas estas medidas forman parte del programa Ambition 2039, en el que las furgonetas se convertirán en emisiones CO2 neutrales desde su ciclo de vida, incluyendo el desarrollo inicial hasta la producción final.