Tras una etapa complicada en la marca, debida a un proceso concursal, la situación ha quedado resuelta con la entrada en SsangYong del grupo coreano KG (presente en 18 sectores industriales), que prepara un plan de futuro con nuevos productos en diferentes segmentos de mercado.
El SsangYong Musso Sports, producto estrella de la marca coreana, acapara el 40% de las ventas mundiales. Además de la importancia que este tipo de vehículos tiene en Asia, hay otros mercados muy relevantes para los pickups, como Norteamérica, Sudamérica, Oriente Medio o África. También en Europa tienen gran aceptación para trabajos en campo y transporte. En el mercado español, tuvo una importancia considerable, con 17.000 unidades en 2007. En el año 2022 apenas llegaron a las 6.200 unidades, aunque es cierto que la falta de suministros y el cambio de exención impositiva no ayudaron a que las ventas mejoraran.
Tras la desaparición del mercado español de algunos referentes como el Mitsubishi L200, el Nissan Navara, Mercedes X o el Volkswagen Amarok, se presenta una buena oportunidad para la marca, por lo que los principales rivales se centran en el Isuzu D-Max, el Toyota Hilux o el Ford Ranger, similares en cuanto a dimensiones y capacidad de carga, si bien el modelo coreano se distingue por ser el más económico, el que ofrece mayor capacidad de carga y el más potente de su categoría. El objetivo de ventas previsto para este año es alcanzar las 1.000 unidades, ya que no hay problemas de suministro.
Gran capacidad de carga
Únicamente disponible en carrocería de doble cabina, mide 5,40 metros de largo, 1,95 de ancho y 1,88 m de alto, con una distancia entre ejes de 3,2 metros y una caja de carga de 1.262 litros de capacidad, lo que le convierte en un modelo especialmente apto para el transporte de mercancías, pues la longitud de la caja es de 1,61 metros, 1,57 m de anchura y 57 cm de altura, permitiendo una carga máxima de 1.075 kg en las versiones Pro, dotadas de ballestas posteriores y de 870 kg en las Limited. El portón posterior, abatible, admite una carga de hasta 200 kg. Por su parte, la capacidad de remolque permite tirar de hasta 3.000 kg de arrastre.
Interesantes cotas todoterreno, con un ángulo de entrada de 19,5º, un ángulo ventral de 20º y uno de salida de 20,5º, mientras que la altura libre al suelo es de 22 centímetros. Estas características, unidas a la tracción total conectable, la reductora (relación 2,48:1) y el diferencial trasero con autoblocante mecánico, hacen que la circulación fuera de carretera sea muy eficaz.
Incorpora el motor diésel de 2.157 cm3 de 202 caballos, el mismo del Rexton, dotado de sistema de tracción total conectable con reductora y caja de cambios manual o automática de seis relaciones. Los consumos que anuncia varían entre 8,0 y 10,5 litros en homologación WLTP, dependiendo de la versión, mientras que su velocidad máxima es de 186km/h.
Para la transmisión recurre a un sistema de tracción 4×4 conectable con tres posiciones que se accionan a través de un mando giratorio. En condiciones normales trabaja en posición 2H, es decir, 2 ruedas motrices traseras. En 4H, se engrana la tracción total permanente con igual reparto de par entre ambos ejes. Mientras que en 4L se acciona la reductora con relación 2,48:1 que, en el caso de la caja manual de seis velocidades, el desarrollo es de 2,93 km/h a 1.000 rpm en primera corta, y de 19,36 km/h a 1.000 rpm en sexta corta, lo que significa que se podría alcanzar una velocidad superior a 85 km/h sin llegar l régimen de giro máximo del motor.
Está equipado con diferencial trasero autoblocante mecánico, lo que permite que en superficies deslizantes las dos ruedas traseras giren al unísono para recuperar la tracción. También dispone de sistema de control de descenso de pendientes y asistente de arranque en pendiente.
Amplio equipamiento de serie
Muy similar al interior del SsangYong Rexton en cuanto a acabados y materiales, con buenos revestimientos, mandos bien organizados y suficiente espacio en las plazas delanteras. Las traseras, algo más justas, ofrecen la posibilidad de reclinar el respaldo 27º, lo que permite mayor comodidad para viajar.
Cuenta con un chasis de largueros y travesaños en acero con zonas de deformación contra impactos y se ha dotado con bastantes elementos de seguridad desde la versión de acceso, como el sistema de control de estabilidad, sistema de asistencia a la frenada, control de balanceo del remolque, sistema de control de arranque y descenso en pendientes, airbags frontales, laterales y de cortina, control de presión de neumáticos, volante multifunción, luces led delanteras y traseras, etc. Está disponible desde 26.500 euros sin impuestos en versión manual y, en caso de contar con cambio automático, habría que añadir 1.500 euros adicionales.
Disponible en tres niveles de equipamiento: Pro, Premium y Limited, el primero de ellos disponible con caja de cambios manual o automática y sistema de suspensión trasera con ballestas. El acabado Premium, solo con cambio automático, también incorpora ballestas, mientras que el Limited cuenta con sistema de suspensión independiente multibrazo con muelles y barra Panhard y cambio automático de seis relaciones. Todos los Musso Sports están equipados de serie con llantas de aleación. En el caso de los acabados Pro y Premium son de 17 pulgadas y montan unos neumáticos 235/70.
La versión Premium añade algunos elementos como el climatizador dual, sistema de arranque sin llave “manos libres”, equipo de sonido con pantalla de 8 pulgadas, cámara de visión trasera y conexión Bluetooth con Apple Carplay y Android Auto, y se ofrece por 29.500 euros + impuestos.
La versión tope de gama Limited suma a lo anterior el espejo retrovisor interior fotocromático, asientos tapizados en cuero con calefacción y sistema de apoyo lumbar regulable eléctrico, volante calefactado, faros de alta intensidad y antiniebla con led, llantas de aleación de 18 pulgadas con neumáticos 255/60, parrilla en color negro y suspensión trasera multibrazo. En este caso, la factura aumenta hasta los 32.000 euros, sin contar impuestos. No obstante, la marca ofrece un sistema de renting, con cuotas desde 530 euros al mes + impuestos, para 48 meses y con 20.000 km anuales. Todas las versiones incluyen garantía de cinco años o 100.000 km.
Se ofrece en siete colores de carrocería y la marca ofrece una gama de accesorios de concesionario interesantes, como caja abierta con barras separadoras, caja cerrada con persiana, caja de herramientas anclada con cerradura de seguridad, rollbar, asistente de portón trasero con amortiguador, hardtop, barras laterales o cubre-cárter de duraluminio de 3 mm de grosor.
Buen comportamiento dinámico
Hemos tenido la oportunidad de conducir la versión Limited (automática y con suspensión trasera independiente), capaz de filtrar con mayor suavidad las imperfecciones del terreno aunque la caja se encuentre descargada, pues habitualmente la diferencia de conducción con carga y sin ella suele ser muy llamativa por el funcionamiento de la suspensión trasera (especialmente en las unidades dotadas de ballestas).
En campo absorbe con facilidad los obstáculos que encontremos, sin provocar fuertes sacudidas de la carrocería, ya que el compromiso entre la compresión del amortiguador y la fase de extensión está bien lograda. Sin ser un modelo con especial altura libre al suelo, permite adentrarse en terrenos muy escarpados y en todo momento se dispone de buena capacidad de tracción, ayudada por la caja reductora y el diferencial autoblocante, que facilitan la tracción cuando una rueda posterior pierde el contacto con el suelo.
Por su parte, el motor 2.2 ofrece una entrega de potencia brillante y suficiente para mover con agilidad al Musso y solo la dirección con 12,2 metros de diámetro de giro, nos ha parecido algo más lenta de lo habitual.