El vehículo eléctrico es una realidad y ha venido para quedarse. Suena muy repetitivo incluso manido, pero salvo que haya un cambio tecnológico radical, que no vemos ni a corto ni a medio plazo, o salvo que a los políticos les dé por otra cosa, esto será así. Además, a partir de 2023 habrá más de 140 zonas de bajas emisiones en las diferentes ciudades españolas, a las que solo se podrá acceder con etiquetas ecológicas, ECO y 0 emisiones, y este tipo de vehículos serán los únicos que puedan acceder. Es la evolución de la movilidad en todas las ciudades en las que los profesionales tendrán que buscar la forma para acceder.

Asumido esto, al menos para el medio plazo, la furgoneta eléctrica encaja a las mil maravillas en el centro de las ciudades, de las grandes y de las pequeñas, y no solo en el centro, en el centro por las limitaciones de acceso que se van imponiendo y que afectarán pronto a todas, pero también el extrarradio forma parte de su campo de acción, el extrarradio de una gran ciudad y también de una mediana o una pequeña. Es difícil que con una buena planificación un repartidor deba hacer más de trescientos kilómetros al día. Por la noche la furgoneta duerme en la sede de la empresa enchufada en una conexión convencional y al día siguiente está lista para volver a comenzar con el duro trabajo. Así de fácil. Al menos en principio.

Funcional, pero con todo lo necesario

El vistoso frontal con líneas azules en modo ecológico y grandes faros lleva la atención de la mirada al logo central que según la marca habla de tecnología, confianza y progreso, y está ubicado justo en la tapa de la trampilla que da acceso al punto de recarga. Una zona importante y accesible.

El interior es funcional, de buena calidad, con materiales duros que encajan bien, agradables al tacto y la vista, es robusto, sin duda muy de agradecer en un vehículo de estas características. El puesto de conducción es cómodo aunque quizás no del todo amplio, no se puede echar para atrás mucho la banqueta porque chocamos con la pared posterior, y si lo llevamos al extremo el respaldo ni que decir tiene que quedará del todo vertical. De todos modos, como el volante sí es regulable en altura no es difícil adoptar una buena posición de conducción. El cuadro de mandos nos muestra un velocímetro analógico como elemento prioritario junto al imprescindible indicador del nivel de batería y en el lado contrario un ordenador de a bordo con multitud de informaciones útiles como el consumo, el nivel de las baterías o la presión de los neumáticos entre otras cosas.

Hay una pantalla en el centro de la consola con los controles del equipo de música, también activos desde el volante, la conexión para el teléfono y la cámara trasera ideal para aparcar sin golpear nada, dadas las dimensiones, en perfecta asociación con los sensores de aparcamiento. El equipamiento original es realmente bueno y hace la vida a bordo mucho más agradable sin descuidar el confort y la seguridad, porque cuenta con aire acondicionado, elevalunas eléctricos, retrovisores eléctricos, control de tracción y estabilidad, ABS con sistema de frenado automático para el arranque en cuesta y la mencionada pantalla táctil de siete pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto para facilitar al extremo la conectividad entre usuario y vehículo.

Motor y baterías

Nos ponemos al volante del Maxus eDeliver 3, que tiene un aspecto visual muy bueno, como ya vienen siendo habitual en los productos del gigante chino  SAIC o Shangai Automotive Industry Corporation que, como decimos, es un gigante, tanto, que se trata del primer fabricante de vehículos chino y el séptimo en el mundo. SAIC absorbió en su día la británica Leyland, se quedó con su nombre, que ya usaba Maxus, y también la tecnología y sus furgonetas y otros modelos los fabrica también para diferentes marcas y tiene alianzas con otras tantas, como General Motors, Volkswagen o MG entre otras.

El motor ofrece 90 kW o 122 CV de potencia junto a un par motor de 255 Nm, un rendimiento que cumple con creces lo que se espera a nivel de prestaciones, se desenvuelve bien en todo de trayectos y ofrece una velocidad máxima de 120 km/h para proteger la autonomía. No hay muchas opciones que manejar en este apartado, pero si el tamaño de la batería, que puede ser de 35 o de 53 kWh, lo que automáticamente se traduce en una autonomía de 158 o de 240 km respectivamente, que también se alarga de forma considerable si el uso es eminentemente urbano, tanto que es fácil superar de largo de los trescientos kilómetros si hablamos de la de 53 kWh. Para la recarga se puede usar la toma convencional de 7,2 kW que en el caso de las 35 kWh estaría de nuevo a tope en seis horas, mientras que la más grandes necesitará de ocho horas. También tiene la opción de utilizar cargadores de alto rendimiento, de hasta 50 kW, en cuyo caso será suficiente con 45 minutos para tener disponible el 80% del total de la carga para continuar el trayecto.

La capacidad de carga es la clave

Lo que realmente interesa al comprador y más aún al usuario final de la Maxus eDeliver3 junto a la mecánica y la autonomía son sus capacidades y facilidad de carga. La Maxus se comercializa en dos tamaños a elegir, una versión corta de 4.555 mm de largo y otra de batalla larga de algo más de cinco metros, 5.145 mm, que es la que nos ocupa en este momento. Con la unidad de batalla corta la carga es de hasta 4,8 metros cúbicos y en el caso de la unidad de batalla larga entran los 6,3 metros cúbicos que aceptan objetos de hasta 2,77 metros de largo  con una carga máxima de 1.020 kg. En ambos casos la anchura es de 1.780 mm y la altura de 1.90 metros.

Por otra parte, entre los datos que hacen cómodo este Maxus a la hora de trabajar nos encontramos con una altura del umbral de carga en 54 cm y el mencionado piso de goma y las argollas para fijar la carga entre otras cosas. La caja como tal, no deja de ser un cuadrado convencional, pero en este caso asistido por doble puerta trasera que opera a 90 grados de apertura en estado normal, o hasta 180 grados sencillamente continuando con la presión de apertura para así facilitar la carga y descarga. Esto permite al usuario operar solo con una de las puertas o abrir por completo sin necesitar tanto espacio atrás, y lo que es más importante una generosa puerta lateral corredera en la parte derecha, con las dimensiones del europalet, especialmente valorada para las labores de carga y descarga. Hay que destacar que, en el interior de la caja salvo los pequeños pasos de rueda, el espacio de carga es totalmente plano y está protegido con plástico/goma para evitar posibles daños o los típicos arañazos de la carga.

Una buena opción

No hay duda de que la Maxus eDeliver 3 es una opción a tener en cuenta en el mercado para las empresas involucradas en el reparto de mercancías conocido como de la última milla o último kilómetro y medio. Por cualidades no le falta absolutamente de nada, ni capacidad de carga, ni confort de marcha, practicidad o polivalencia y por supuesto por autonomía con un gasto de energía muy razonable incluso en condiciones de carga y climatización. Además del precio, que en batalla larga quizás es un poco más elevado de lo esperado, lo cierto es que la oferta general acompaña bien al modelo frente a la competencia directa, en especial por sus cinco años o 100.000 kilómetros de garantía general y los ocho años o 160.000 km de garantía para las baterías. El precio de la MAXUS eDELIVER 3 SWB o chasis corto con la batería pequeña de 35 kWh incluye descuentos promocionales y el Plan MOVES III.

MAXUS eDELIVER 3

Chasis corto (SWB) Chasis largo (LWB)
Precio Desde 24.888 euros
Motor 100% eléctrico. Motor 90 kW (122 CV) y 255 Nm
Autonomía eléctrica 210 a 342 km (WLTP ciclo urbano)
Capacidad batería 35-53 kWh
Carga rápida CC 45 minutos (0-80%)
Carga completa CA 230V 6-8 horas
Volumen de carga 4,8 m3 6,3 m3
Carga útil 865-905 kg. 990-1.020 kg.