Opel sigue electrificando su gama de vehículos comerciales, configurando una oferta de lo más completa. Al Combo-e Cargo y al Opel Vivaro-e se unirá a finales de este mismo año el nuevo Opel Movano-e.
Nosotros ya nos hemos puesto al volante del Opel Vivaro-e, que llegó al mercado en julio de 2020, convirtiéndose así en el primer vehículo comercial eléctrico de Opel. Recordemos que el Vivaro actual es la tercera generación de este modelo, fruto del acuerdo de colaboración entre Opel y Renault. Y también que justo este año celebra su 20 aniversario, con más de 1 millón de unidades comercializadas hasta la fecha.
Describimos a continuación la oferta disponible, así como unas primeras sensaciones de conducción en una corta toma de contacto. Pero ya te anticipamos que la furgoneta eléctrica de Opel nos ha gustado, y mucho.
Tres versiones de carrocería, dos posibilidades de batería
La gama Opel Vivaro-e combina tres versiones de carrocería con dos variantes de batería, para ofrecer cinco opciones. Las versiones de carrocería en función de la longitud son las siguientes:
- S: 4,60 metros de largo, con capacidad de carga de 4,6 a 5,1 m3
- M: 4,95 metros de largo, con capacidad de carga de 5,3 a 5,8 m3
- L: 5,30 metros de largo, con capacidad de carga de 6,1 a 6,6 m3
En todos los casos son dimensiones idénticas a la de las versiones térmicas. Los datos de las capacidades de carga indican, en segundo lugar, la que se alcanza con el sistema FlexCargo opcional de Opel. El Vivaro-e ofrece hasta 4 metros de longitud de carga, una carga útil de hasta 1.275 kg y una capacidad de remolque de 1000 kg. La altura de 1,90 metros asegura la posibilidad de entrar en aparcamientos subterráneos.
Las puertas traseras laterales deslizantes permiten un fácil y generoso acceso al área de carga, y también pueden contar con accionamiento eléctrico y control gestual: basta con deslizar un movimiento del pie por debajo de la puerta para activar la apertura, muy práctico si llevas las manos ocupadas.
En cuanto a combinación de carrocerías y batería, la versión “corta” sólo se combina con la batería de 50 kWh de capacidad (tiene 18 módulos de celdas), lo que proporciona una autonomía WLTP de hasta 230 km. En las otras dos versiones se puede elegir entre esta batería, o una de 75 kWh (con 27 módulos) que aumenta la autonomía hasta los 330 km. Las baterías se sitúan siempre bajo el piso del compartimento de carga, puesto que desde el inicio del desarrollo del Vivaro se contemplaron las versiones eléctricas.
Garantía de la batería y tiempos de recarga
Como en la gama de turismos eléctricos de la marca, la batería del Vivaro-e tiene una garantía de 8 años o de 160.000 km. El cargador de a bordo de serie puede ser monofásico de 7,4 kW, o trifásico de 11 kW. Pero lo realmente interesante es la compatibilidad con carga rápida en postes públicos de corriente continua a 100 kW de potencia. Esto permite cargar las versiones con batería “pequeña” en unos 30 minutos hasta el 80 por ciento de su capacidad, mientras que en para la batería de 75 kWh se necesitarán unos 45 minutos.
Con la aplicación myOpel, los usuarios del Vivaro-e pueden utilizar los servicios de Opel Connect para acceder a Free2Move Services, la marca de movilidad del grupo, que ofrece distintas funcionalidades especiales para los vehículos eléctricos que hacen más fácil el uso y la recarga. Una de ellas es “Charge My Car”, que permite acceder a más de 200.000 puntos de carga en Europa. La app tiene en cuenta las estaciones de carga disponibles en función de la distancia a las mismas, la velocidad e incluso el precio de carga en cada momento.
En marcha con el Opel Vivaro-e
Una vez en el puesto de conducción, no hay diferencias entre el Opel Vivaro eléctrico y las versiones con motor térmico, más allá de la instrumentación específica de esta versión. El reloj de la derecha se reserva para el indicador de potencia y carga, con el velocímetro a la izquierda. La pantalla táctil del sistema multimedia, de hasta 7 pulgadas y compatible con Apple CarPlay y Android Auto, también ofrece displays específicos con el flujo de energía o la autonomía restante.
Hay muchos huecos bien repartidos y prácticos en su configuración par dejar objetos. El freno de estacionamiento eléctrico es serie y tanto el selector que sustituye a la palanca de cambios como el botón para cambiar entre los modos de conducción se colocan en una consola flotante que permite comunicación entre los asientos delanteros.
Las posibilidades de equipamiento, tanto de seguridad como de confort, tienen poco que envidiar a un turismo. Hay opciones como una instrumentación head-up display proyectada en el parabrisas o la cámara de visión trasera 180 grados, y asistentes a la conducción como el mantenimiento de carril o la alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia.
Nada más iniciar la marcha se aprecia la suavidad de funcionamiento del sistema de propulsión, con el mismo motor eléctrico de 136 CV que llevan, entre otros, el Opel Corsa-e o el Opel Mokka-e. Son 250 Nm de par máximo, un empuje que aparece de forma prácticamente instantánea, lo que hace que la conducción sea muy cómoda. Nuestro recorrido fue sin carga, pero todo apunta a que las prestaciones no serán un problema ni en las situaciones más adversas, gracias a la buena predisposición del motor a la hora de trasmitir la potencia a las ruedas delanteras.
El modo “B” de la transmisión ofrece una mayor intensidad en la frenada regenerativa, lo que permite una conducción, especialmente en ciudad, con una menor utilización de los frenos cuando se trata de perder velocidad. Además, con un radio de giro de 11,8 metros, el Vivaro-e resulta sorprendentemente ágil y maniobrable.
Fuera de los recorridos puramente urbanos, en los que el Vivaro-e se muestra muy cómodo y agradable de conducir, la capacidad de recuperación que permite el motor eléctrico a la hora de ganar velocidad, y una punta que está limitada a 135 km/h, también permite desplazamientos interurbanos… siempre que controles bien la autonomía. Porque para acercarte a los 300 km, en la versión con batería de mayor capacidad, habrás de moverte mucho por ciudad; si te toca salir a carretera, lo mejor es que te plantees tiradas de no más de 200-230 km y planificar bien la recarga.
Otro punto favorable es la estabilidad. Con el centro de gravedad muy bajo debido a la colocación de las baterías, el Opel Vivaro-e se siente seguro y aplomado, con una gran estabilidad tanto a la hora de frenar como cuando vienen curvas.